"La izquierda ha hecho causa común
desde la Guerra Civil con los planteamientos separatistas", afirma Lainz.
El escritor Jesús Lainz asegura que
"desde el Estado no se ha respondido, al menos desde hace tres décadas, a
la continua campaña de intoxicación ideológica nacionalista".
18 de marzo de 2007. Jesús Lainz, además de colaborador de
Elsemanaldigital.com es un abogado de formación, un empresario de tradición y
un historiador de vocación. Lo que dice y lo que escribe está muy pensado. No
es humo de pajas. Está empeñado en divulgar la historia de España y en
demostrar "su falsificación por motivos políticos".
¿Qué le ha llevado a escribir dos libros
en defensa de la nación española? ¿Tan en peligro la ve?
Efectivamente. Si no la viera así, mi
inquietud por la historia quedaría reducida al simple disfrute de los libros.
Para mí el problema político más importante que tiene España es de naturaleza
histórica, es decir, de manipulación de la historia. He creído que podría contribuir
a aclarar esta cuestión. Echaba en falta libros que se enfrentarán
sistemáticamente a la manipulación histórica de los nacionalismos.
¿España se está rompiendo?
Existe peligro de ruptura por varios
motivos. En primer lugar, porque desde el Estado no se pone freno a las
reivindicaciones jurídicas de los nacionalistas. En segundo lugar,
porque desde el Estado no se ha respondido, al menos desde hace tres décadas, a
la continua campaña de intoxicación ideológica y de la incitación al odio de
los nacionalismos vasco y catalán, lo que ha conducido a que muchos vascos y
catalanes renieguen de España, e, incluso, a que algunos asesinen en nombre de
esa secesión. Y en tercer lugar, porque España sufre por razones ideológicas
profundas un proceso de desnacionalización muy grave sobre todo a manos de la
izquierda. La izquierda ha hecho causa común, o al menos ha pecado de omisión,
desde la Guerra Civil, con los planteamientos separatistas.
¿Qué mensaje o mensajes pretende
transmitir a través de La nación falsificada?
La nación falsificada es una
continuación de mi primer libro, Adiós, España. Consideré que sería conveniente
hacer una aproximación a la historia de España, sobre todo a la del País Vasco
y Cataluña, de un modo divulgativo, para demostrar que la opción ideológica de
los nacionalismos es pura mentira.
¿Quién o quienes han falsificado o están
falsificando esta nación que se llama España?
Principalmente esos partidos
nacionalistas a los que se califica de moderados. Distinción con los radicales
que a mí me parece errónea y horrorosa. Si bien no matan, sí les dan cobertura
ideológica a los etarras. Si no fuera por la intoxicación ideológica de los
peneuvistas, no seguirían saliendo remesas de etarras de las escuelas vascas. Y
en el caso catalán, el falsificador es Convergencia i Unió porque ERC se ha
limitado a recoger el fruto de lo sembrado por Jordi Pujol.
¿Los partidos nacionalistas han tenido
alguna ayuda externa en esa falsificación de la historia de España?
Con la ayuda probablemente, no, pero
desde luego sí con la omisión. Ningún gobierno democrático ha aplicado el
control sobre la educación que le confiere la legislación. Ésa es una omisión
gravísima que estamos pagando ahora. Se ha hecho mucho la vista gorda a los
desmanes de los nacionalistas.
¿A qué se debe, a su juicio, que los
nacionalistas tengan en España tanta fuerza y jueguen un papel político
relevante?
Varios motivos. En primer lugar por la
absurda Ley Electoral. En segundo, por su
intangibilidad después de la Guerra Civil, sobre todo por parte de la
izquierda, ya que como lucharon juntos en las trincheras parece que eso les da
una legitimidad superior sobre otras fuerzas políticas. La izquierda y los
nacionalistas tienen una especie de hermandad de sangre que les lleva a
considerarse parte de un mismo bando. Y, por último, la debilidad de la nación
española. Gran parte de los españoles han sido contagiados por esa especie de
complejo de que cualquier nación, hasta la más absurda o esperpéntica, es
defendible, mientras que la española, no.
¿Se hizo bien la Transición desde el
punto de vista del modelo territorial? ¿Se fue complaciente con los partidos
nacionalistas?
Se hizo garrafalmente mal como algunos
ya dijeron en aquel entonces sin que nadie les hiciera caso. Fue absurdo poner
la educación en manos de quienes todo el mundo sabía que la iban a utilizar
para sus fines. Los resultados ya los conocemos. Además, la Transición resultó
errónea porque se hizo con las pistolas de ETA en la nuca. ¿El Estado de las
Autonomías sería el que es de no haber existido ETA? La respuesta es claramente
negativa.
¿Ve salida a esta crisis del Estado
auspiciada por los nacionalistas?
Esa cuestión depende de los políticos.
Dependerá de su voluntad e inteligencia y, por supuesto, de la presión de los
ciudadanos. Me considero incapaz de hacer un pronóstico al respecto.
¿Cuáles son las principales mentiras del
nacionalismo vasco?
Una, que los vascos fueron
independientes secularmente hasta que fueron invadidos por España, en concreto
por Espartero, momento en que, según Ibarretxe, arranca el supuesto conflicto
que mantienen los vascos con el Estado español. La segunda mentira es que los
vascos siempre han estado oprimidos por España cuando han sido unos
privilegiados durante muchos siglos gracias a su estatus foral. Y la tercera,
absolutamente bochornosa, es que el País Vasco fue una nación invadida por el
Ejército franquista en 1936. De ahí parte el mito de la ocupación que legitima
a los descerebrados de ETA para asesinar a militares y guardias civiles.
¿Y del catalán?
Que la existencia del Reino de Aragón en
la Edad Media legitima a la secesión futura, cuando todas las naciones de
Europa son el resultado de la unión o la suma de reinos, ducados, condados,
señoríos o principados. La segunda, que los catalanes fueran independientes
hasta 1714. La Guerra de Sucesión no tuvo nada que ver con rivalidades
regionales. Y la tercera, que Cataluña fue vencida en la Guerra Civil. Hubo
catalanes en los dos bandos.
¿Está negociando Zapatero con ETA?
Solamente lo saben él y ETA. En
cualquier casos es sospechosa la diligencia con que Zapatero satisface las
exigencias y demandas constantes de ETA. La sospecha crece, desde luego, cada
día más.
¿Se la juega Navarra el próximo 27 de
mayo?
No sólo Navarra. Se la juega España. La
anexión de la Comunidad Foral es evidentemente una de las condiciones que ha
puesto ETA. El PSOE está obligado a aclarar si está dispuesto a pactar con los
nacionalistas de todo tipo para desbancar a UPN en caso de que este formación
no obtenga mayoría absoluta.
¿Qué importancia tiene, a su juicio, el
auge de los símbolos nacionales en los últimos tiempos?
Es lamentable que esto sea noticia. En
cualquier país que no sufra nuestra locura nacionalista, este hecho sería irrelevante.
Obviamente es una buena señal.
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